
En este capítulo se hace referencia a la comparación entre los humanos y los animales; los humanos estamos dotados de instintos y capacidad racional, dos conceptos claves que están totalmente relacionados entre sí, ya que la razón es la facultad que tiene un individuo para pensar y decidir algo, es decir, cualquiera que sea la ley o norma que se establezca será aceptada voluntariamente por el individuo, es una decisión instintivamente racional, lo que nos hace pensar en el deseo de vivir más y mejor; los animales, en cambio, no están dotados de capacidad racional sino que tienen mecanismos instintivos que les obliga e impide realizar ciertas cosas, como ejemplo se toma la “muerte”, el ser humano tiene la experiencia, la memoria y presagio de la muerte, hasta el punto que pretenden la inmortalidad, morir es el símbolo decisivo en nuestro destino, muchas veces es la causa de la complejidad de la vida, el ser humano lo toma muchas veces como un problema, buscándole remedios simbólicos, religiosos y sociales. El remedio civil busca fortificar ánimos contra la presencia de la muerte venciéndola en el terreno simbólico, la sociedad de hoy no se contenta con la supervivencia sino que ansían la inmortalidad.
“Henos aquí reunidos” deja un sabor de reflexión del porqué estamos aquí. Hace un llamado a construir una verdadera sociedad, desde las entrañas del ser humano. Si bien es cierto, en su desarrollo cuestiona normas establecidas, al final de la lectura inspira a trabajar como equipo.
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